lunes, 3 de marzo de 2014

Júpiter y el Gran Aventurero




Como bien sabemos Júpiter es la versión romana del dios griego Zeus:

Jupiter besando a su amante Ganímedes
En la mitología griega Zeus (en griego antiguo Ζεύς Zeús) es el «padre de los dioses y los hombres», que gobernaba a los dioses del monte Olimpo como un padre a una familia, de forma que incluso los que no eran sus hijos naturales se dirigían a él como tal. Era el "Rey de los dioses" que supervisaba el universo. Era el dios del cielo y el trueno. Es conocido por sus numerosas aventuras y amantes, fruto de las cuales fueron muchas deidades y héroes, incluyendo Atenea, Apolo y Artemisa, Hermes, Perséfone, Dioniso, Perseo, Heracles, Helena, Minos y las Musas. Con Hera suele decirse que fue padre de Ares, Hebe y Hefesto.

Es así que Júpiter siempre nos presenta la gran aventura que caracteriza a Sagitario, y si bien está lleno de ética, moral y filosofía, él era más bien de los que dicen: "Haz lo que yo digo pero no le que yo hago."
Cuando hay mucho Júpiter nos encontramos con aquellas personas a las cuales no se les puede poner muchos límites, más bien se molestan si lo hacemos. Se confían tanto que son capaces de prometer cualquier cosa, no por maldad, sino porque se creen superpoderosos y con una capacidad de salir ilesos de cualquier peligro.
Cuando Júpiter toma contacto en algún aspecto con planetas tales como Marte y Venus, estas características se trasladan a los aspectos de la sexualidad y las relaciones. Cuando Júpiter se junta con Marte, tenemos al conquistador nato, al que no deja títere con cabeza, al que saldrá a conquistar a aquel que desee y no escatimará en nada para hacerlo. No parará hasta lograrlo porque la potencia y la energía que tiene son inagotables. Sexualmente tenemos al que no se cansa, como si estuviera con Viagra permanente.
En contacto con Venus, tenemos al hedonista, que no se cansa de pasarla bien y es capaz de vivir varias relaciones amorosas simultáneamente porque le encanta agradar y seducir. No hay límites para el placer y el pasarla bien, y si además aparece la posibilidad de que estas relaciones ocurran durante viajes, tanto mejor.
A ninguno de los dos casos, podemos pedirles fidelidad, excepto que los aspectos sean en cuadratura en cuyo caso el nativo entrará en crisis, y buscará redimir sus culpas justificándose en alguna ley religiosa o filosófica que lo apañe.
Júpiter disfruta de la aventura, y tendrá eso sí a alguien "oficial" que como Hera vivirá persiguiendo a todos los amantes que éste tenga, y tratando de mantener su lugar como consorte del Gran Dios del Olimpo, al que obviamente todos respetan y admiran.
Si te metes con alguien Jupiteriano, ten por seguro que lo pasaras super, ahora no le pidas fidelidad!!!!!