El Sol nos ilumina ya desde el signo de
la balanza, un signo de aire, cardinal y regido por Venus. Para
muchos esto puede ser una buena noticia, muchos ven en Libra el signo
del Amor, seguro por ser Venus la diosa del Amor, pero, en realidad,
el Amor en Libra, es más compromiso que juego, es más este “soy
yo, y tú eres tú ¿Continuamos como un nosotros sin perder nuestra
individualidad?” Es una especie de juego de espejos, en el cual a
veces vemos lo que queremos ver y a veces no tanto, y ahí es cuando
empieza el otro juego, el de la balanza, que si tiras demasiado de tu
individualidad, este signo te recordará que el trato era trabajar
como un “nosotros”.
Libra es un signo de Aire, y
relacionamos el Aire con la libertad, con la agilidad mental, con la
capacidad de anteponer la razón a los sentimientos, y aún así,
seguimos pensando en Libra, como un signo que nos ayudará a
encontrar el Amor... Cuando todo lo relacionado con el Amor sería
anteponer los sentimientos a todo lo demás. Libra puede que sea la
seducción, pues Venus sí es más eso, y que al ser un signo
cardinal tenga que ver con dar ese primer paso que te llevará a la
conquista de ese chico que te viene volviendo loco desde hace un buen
rato. Pero, ¡ojo! Que cuando el Sol se encuentra en Libra, tienes un
deseo muy consciente de seducir, de encontrar tu media naranja, pero,
el primer paso, bueno, como tal, eso me suena más a Aries, el signo
opuesto a Libra, o al menos ese primer paso, en el que con todo
descaro te la acercas a ese chico y le dices: ¡Oye, me gusta tu
corte de cabello, pero, me gusta más apreciarlo de cerca, yo me
llamo xxx, ¿cómo te llamas? ¿Qué estás tomando? Te invito otro,
es más conozco un lugar mejor que este... ¿Te puedo llevar?... Sí
esperas que esto ocurra mientras el Sol brilla desde la Balanza...
Baby... I'm sorry!! Ese primer paso típico de los signos cardinales
se genera de una manera más sútil, Libra es un signo que incluso
podríamos llamar frío, de hecho, la Balanza es el único objetivo
inanimado de todo el Zodiaco... inanimado, que no tiene anima, ¡qué
no tiene vida! Sin embargo, algo tiene que lo hace encantador (sí el
toque venusino debe ser).. pero retomemos la escena.. El chico del
cabello bonito, además tiene una bonita sonrisa, viste impecable,
seguro huele bien... sí eso hace Libra, empieza a enumerar las
virtudes, Libra se acerca con disimulo, en realidad no está tomando
nada más que un vaso de agua mineral, porque ya sabes Libra busca el
perfecto balance y sí se excede nunca se lo perdonará. Así que se
acerca un poco más, y ve que de repente el chico no es tan
atractivo, algo tiene, escucha su voz, no le gusta, y empieza la
balanza, a moverse entre sí o el no, así que en ese proceso, llega
a la conclusión que dejará que sea el otro, o al menos que parezca
que así es, quien dará el primer paso. Libra es astuto y sabe manipular todo, para parecer que el derrame de agua mineral sobre la
camisa fue accidental... ¿Notaste la diferencia? Bueno, digamos que
la situación lleva un buen desarrollo y en algún momento surge un
quieres ir a otro lugar, y la balanza empieza a jugar al “tú” y
“yo” y nosotros. Veamos... ¿Quieres ir a otro lugar, conozco uno
mejor? Sí tú quieres ir, yo voy, lo que tú quieras, porque si a
ti te gusta seguro que a mí también y entonces nos la pasaremos
bien... Lo viste ya utilizo el pronombre “nos” para hacer
referencia a la primera persona del plural.. Y algo así pasará
durante el tránsito del Sol, por Libra, los que tengan planetas en
este signo se alterarán y se balancearán entre el Sí, y el No,
buscando el equilibrio perfecto, que como en todo signo de aire no
está más que en nuestras mentes..
Libra es un signo que busca la armonía,
es el equilibrio de los opuestos y no hay nada malo en esto, el
problema es quedarse en un quizás, quizás, quizás, lo que
realmente es preocupante. Con el Sol en Libra esto a veces ocurre muy
a menudo, así que ya lo sabes.