lunes, 16 de septiembre de 2013

Marte - Neptuno, El Guerrero Transformado en el Cordero de Sacrificio




 
Ya he hablado de Marte y de la pulsión del deseo, y de como se transforma en el motor que acciona la carta y pone en marcha la vida, ya que como regente de Aries, activa el zodíaco. Todo empieza con Marte.
Mi hermano ya les habló de Neptuno, y del amor y de como es el planeta sin borde que todo lo inunda porque nos llena de emociones románticas.
Es claro que las energías de estos planetas, son disímiles, ya que Neptuno rige a Piscis, la cola de Zodíaco y Marte es la cabeza del mismo.
Cuando la cabeza y la cola se juntan se forma un ciclo sin fin y del cual es dificil escapar.
El Guerrero puro fuego se encuentra en medio del Océano y le cuesta nadar, se ahoga, el fuego tiende a extinguirse. Los aspectos duros entre estos planetas, traen confusión respecto de lo que queremos, y el deseo se confunde, no se sabe con claridad si lo que deseamos es propio o ajeno ¿Me muevo por mi propio deseo o por el deseo de la humanidad? Y en ese caso, me transformo en el Cordero de Sacrificio, aquel que sale al rescate y arriesga su propia vida en pos del bien mayor.
Cuesta defenderse, uno se vuelve muy vulnerable a la violencia, y siempre la culpa es propia y se termina aceptando la agresión porque es merecida.

Neptuno encarna también a los personajes confusos, ladrones de guante de blanco, estafadores, aquellos que te engañan sin darte cuenta y con este aspecto se atraen ese tipo de hombres. Nos puede aparecer el drogadicto, el alcohólico, el artista bohemio o el eximio bailarín de ballet que sería la mejor expresión de este aspecto. Lo somos nosotros o bien lo encarna nuestra pareja. Las mil caras de Neptuno se disfrazan tan solo para conseguir lo deseado.
Marte es también la sexualidad, y con Marte Neptuno, es ilimitada, terminamos sucumbiendo ante el deseo ajeno, haciéndolo propio en una gran maraña de "amor - deseo" de la cual es casi imposible salir.

Con Marte - Neptuno cuesta cortar las relaciones con nuestros hombres, somos capaces de perdonarles todo, hasta lo que sería inconcebible, porque hemos puesto a nuestra pareja en un pedestal de idealizacíón y somos capaces de aceptar y verlos sin defectos. Siempre encontraremos una justificación para salvarlo, es claro, somos el rescatista, que ante una mirada de compasión sucumbimos. Siempre saldremos a rescatar al gatito desprotegido en la tormenta (que en realidad es un tigre esperando dar el zarpazo). Neptuno nos calza unos lentes rosados donde todo lo vemos "ideal", pero el día que se caen los anteojos, la dura realidad nos golpea y nos deja desprotegidos e indefensos como siempre.
Con Marte - Neptuno coleccionamos amantes que luego son amigos y que en algún lugar de nuestro corazón siempre se alberga la posibilidad de que sean ese gran amor de toda la vida y están siempre ahí, y nosotros esperamos el gran llamado y que venga el Principe Azul a rescatarnos y nos lleve a su palacio para siempre. Sin embargo Neptuno lo disuelve y lo destiñe, para darnos cuenta que ese Príncipe Azul es solo otro más de la larga lista de estafadores de la colección.
Con trabajo y dedicación, luego de varias decepciones, un día aparece la versión 2.0 y el estafador se convierte en el artista soñado que nos llena de amor, nos dedica su obra y nos ama para toda la eternidad. Mientras tanto los que tenemos Marte - Neptuno seguimos esperando que llegue....ese hombre ideal.

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