El dolor ese sensación
que a veces llega a nuestras vidas, y a veces pareciera que nunca nos
abandonará puede ser provocada por muchas causas, y es por esa
razón también que en la Astrología no podemos siempre hacer responsables a un solo planeta, tránsito o aspecto. Pero, a
veces, el dolor es causado por una herida que se rehúsa a cerrar,
algunas de estas pueden ser heridas de guerra (Marte), que quedan en
nosotros como un trofeo a nuestro valor, a ese momento en que en
nuestra propia defensa terminamos marcados para siempre, ese tipo de
heridas, esos trofeos de guerra es cierto nos dejan su impronta pero,
terminamos aceptándolas y aprendemos a convivir con ellas. Sin
embargo, hay un tipo de herida muy diferente y es aquella que se
genera sin mediar por nuestra parte ningún tipo defensa, estas
heridas son más profundas y nunca logramos convivir del todo con
ellas, pues no nos sentimos responsables de su aparición, estas
heridas ya no son marcianas, ellas tienen un fuerte componente
quironiano. Sí, de Quirón, aquel Centauro diferente a los otros,
del cual hace unos días te hable, y para entender de lo que te
hablo, tendré que dejar aquello de que hoy no quiero mencionar
ningún final triste, pues para entender la herida debemos terminar
la historia de Quirón, una historia de redención.
La última vez que
mencioné a Quirón, te dije, Quirón es el más civilizado de los
Centauros, era como nosotros, el “rarito” de la familia. Quirón
fue el maestro de príncipes y héroes, amigo incluso del mismo Zeus.
Era un sabelotodo no había área del conocimiento en la que el sabio
maestro no hubiese hecho algún tipo de incursión. Sin embargo, su
historia no sólo se basa en el lidiar con ser diferente, también se
trata de lidiar con un dolor, con una herida incurable. Te lo
resumiré así: En este mito, Heracles (Hércules), el pupilo
favorito de Quirón termina clavándole una flecha con el veneno de
la Hidra, por supuesto, esto ocurre de manera fortuita. En algunas
versiones la flecha hiere al noble centauro, en el muslo, en otras en
la rodilla, pero, sea como sea, siempre la herida se ubica en la
parte animal del Maestro. Quirón es inmortal, por eso, no muere
envenenado pero la herida no cierra y le maltrata, le mortifica por
toda la eternidad. Quirón es sabio conoce de medicina, y busca un
antídoto contra el veneno de la Hidra, nunca lo encuentra y
mientras lo hace pasan los años y el dolor cada vez se vuelve más
insoportable, quiere morir pero no puede, le implora a Zeus y él
como es su amigo, busca la manera de ayudarle. El dios del Olimpo
encuentra una solución y Quirón accede al trato, el cual consiste
en intercambiar su inmortalidad con Prometeo (el ladrón del fuego),
Quirón muere así, y Zeus lo traslada al cielo convertido en la
constelación de Sagitario.
Quirón en psicoastrología
evoca esa herida interna que a veces llevamos de nacimiento, que nos
hace sufrir y sentirnos totalmente excluidos, puede relacionar con
algún tipo de impedimento físico, e incluso mental, pero, muchas
veces (la mayoría) se trata de algo más social, de haber estado o
incluso nacido, en el momento erróneo en el lugar equivocado. Así
que si tienes esto en cuenta, ¿Encuentras alguna relación con este
Quirón y nuestro mundo? Claro, la misma condición de ser
homosexual, que para muchos ha sido una herida que parece nunca
cerrar. Conozco casos en los cuales en el que la persona vive
culpándose de ese fuerte deseo de estar con otro igual, han visitado
a religiosos y terapeutas en busca de una cura para ese mal que les carcome y que
nunca pidieron tener. Algunos incluso suprimen sus instintos, a través
del arte, el trabajo, la religión, el ejercicio, las adicciones, o
la excelencia (se exigen ser lo mejor en todo) pero, una solución,
una cura parece que nunca la encuentran.
En el mito Quirón libera
a Prometeo de su castigo y muera al hacerlo, se libera así de su
dolor, de su herida. Esto claro, por intervención del propio Zeus,
¿será esto acaso, un indicador que el dolor debe ser compartido?
Júpiter (Zeus) es la representación de la Justicia Divina, no la
del Hombre, sí sigues el camino del bien, sin importar quien seas.
Júpiter será tu justiciero, él no nos abandona y te hará
encontrar a tu Prometeo. Te hará encontrar a alguien como tú con
quien desaparecer la herida, porque tanto Quirón como Prometeo, son
personajes mitológicos que en todo momento lo único que hicieron
fue ser demasiados bondadosos con la humanidad
Espectacular, me ha encantado. ¡Muchas gracias!
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