viernes, 6 de septiembre de 2013

Mamma Mía !!!- Asomó la Luna!



La Luna es un personaje muy misterioso que está siempre, está ahí disponible y sale sin aviso cuando necesitamos sentirnos seguros. El día que nacimos, el primer contacto afectivo se estableció a partir del tipo de Luna con la que contamos. Y es así como Mamá aparece en nuestra vida trayéndonos esa energía. La Luna es regente del signo de Cáncer, trae en la evolución del Zodíaco la energía del agua, de los afectos y nos trae al hogar, al útero, la zona donde alguna vez nos sentimos cómodos y seguros. Es por eso, que nuestro psiquismo se arma alrededor de la energía de la luna y el signo en el que está. La casa que ocupa la Luna, será el lugar que tenemos afectivizado, aquel aspecto de nuestra vida donde nos sentimos como en casa.
La Luna provoca un doble juego, tiene una cara que vemos y una que no vemos, nos dota de talentos naturales aprendidos de otras vidas, ya que es la memoria del alma y a la vez nos propone una trampa mortal: el recurso de escapatoria que nos teje alrededor cuando nos sentimos amenazados.
¿Qué quiero decir con esto?

La Luna es como una lupa, agranda todo lo que toca y lo absorbe. En el signo en el que está, potencia las caracateristicas de ese signo a nivel emocional, dándole los talentos de ese signo, pero también los recursos de escape propios de ese signo. La Luna provocará en nosotros los mecanismos de reacción con los que asociamos "ser queridos o aceptados por los otros", y en general es la manera en la que asociamos como Mamá nos quiso.

¿Cómo reacciona una luna frente a una situación que amenaza su armonía emocional? Por ejemplo, tu novio te deja: Si tu Luna está en Aries, lo más probable es que empieces a darle golpes y luego te vayas a correr hasta que se te pase la furia. Una Luna Taurina, tardará en reaccionar y se pondrá a comer o a mirar la TV, la de Géminis buscará explicaciones y hablar sin sentido hasta que se tranquilice comprendiendo su estado emocional.
La Luna en Cáncer comenzará a llorar y a gritar ¿Por qué a mi?, la Leonina se sentirá ofendida y buscará llamar la atención porque su orgullo nunca será mansillado, mientras que la Luna Virginiana quizás se ponga a doblar y a acomodar su closet por enésima vez.
La Luna en Libra intentará conversar diplomáticamente (aunque por dentro tenga ganas de matarlo) y se preocupará de no alterarse para que el peinado no se le arruine. La Luna en Escorpio hervirá de furia, pero callará esperando el momento para la venganza. La Luna en Sagitario tomará la valija diciendo: "Aquí no pasó nada y saldrá de viaje a conquistar su próximo amor en el extranjero".
La Luna en Capricornio resignada confirmará una vez más que nadie lo quiere y se pondrá a trabajar. La Luna en Acuario sea probablemente la que dejó a la pareja porque se aburrió y la Luna en Piscis escribirá poemas y canciones de corazón desgarrado o se dará una sobredosis de alcohol o pastillas buscando que su pareja venga al rescate.

Así es como funciona la Luna y a pesar de que creamos haberla trascendido, ella espera ahí, siempre sale, porque no es racional, es emocional, y está dispuesta a reaccionar siempre.

La Luna pide por favor que la quieran, y tratará de mostrarlo de todas las formas posibles. El vínculo de seducción es a través del mecanismo Venusino, pero una vez establecido, es La Luna la que sella el vínculo y cuando la Luna se arma, cuesta olvidarse, ella tiene memoria, ella provee la sustancia para ese vínculo, la próxima vez que estemos a la luz de la Luna con nuestro chico, agradezcámosle tan bello regalo.






No hay comentarios.:

Publicar un comentario