sábado, 31 de agosto de 2013

Cuando Sale el Sol, Asoma nuestra Identidad





El Sol, Astro Rey, representa nuestra identidad, nos define como tales, nos hacer ser nosotros mismos y no otro. El Sol tiene luz propia, brilla y da calor, por lo tanto lo expresamos en todas sus formas al hablar, al movernos, etc. siempre hacia afuera. El Sol integra todas las funciones de los demás planetas y conforma nuestra identidad, es el Yo Creativo, que nos permite brillar.
Los antiguos alquimistas, buscaban la Piedra Filosofal, para convertir el plomo (Saturno), en el oro (Sol). Encontrar el lugar de expresión del Sol es sin duda, un lugar de felicidad, ya que es el oro de nuestro mapa natal, lo máximo que podemos aspirar y donde nos sentiremos realizados porque es sin lugar dudas, poder ser lo que somos. Me gustaría dar algunos datos del dios griego Apolo.


Apolo (en griego: Ἀπόλλων, transl. Apóllōn, o Ἀπέλλων, transl. Apellōn) fue una de las divinidades principales de la mitología greco-romana, uno de los dioses olímpicos. Era hijo de Zeus y Leto y hermano gemelo de Artemisa, poseía muchos atributos y funciones y posiblemente después de Zeus fue el dios más influyente y venerado de todos los de la antigüedad clásica. Los orígenes de su mito son oscuros, pero en el tiempo de Homero ya era de gran importancia, siendo uno de los más citados en la Ilíada. Era descripto como el dios de la divina distancia, que amenazaba o protegía desde lo alto de los cielos, siendo identificado con el sol y la luz de la verdad. Hacía a los hombres conscientes de sus pecados y era el agente de su purificación; presidía las leyes de la religión y las constituciones de las ciudades, era símbolo de inspiración profética y artística, siendo el patrono del más famoso oráculo de la Antigüedad, el oráculo de Delfos, y líder de las musas. Era temido por los otros dioses y solamente su padre y su madre podían contenerlo. Era el dios de la muerte súbita, de las plagas y enfermedades, pero también el dios de la curación y de la protección contra las fuerzas malignas. Además, era el dios de la belleza, de la perfección, de la armonía, del equilibrio y de la razón, el iniciador de los jóvenes en el mundo de los adultos, estaba conectado a la naturaleza, a las hierbas y a los rebaños, y era protector de los pastores, marineros y arqueros. Aunque tuvo muchos amores, también fue infeliz en ese terreno, pero tuvo varios hijos. Fue representado innumerables veces desde la Antigüedad, generalmente como un hombre joven, desnudo y sin barba, en la plenitud de su vigor, a veces con un manto, un arco y un carcaj de flechas, o una lira, creada para él por Hermes, y con algunos de sus animales simbólicos como la serpiente, el cuervo o el grifo.

En la actualidad ser gay, y ser quienes somos, implica en muchos casos no poder expresar completamente nuestra identidad, no poder estar a la luz de los hechos y en la Sociedad. Es claro que las normas de comportamiento social y de las buenas costumbres que gobiernan nuestro mundo, regidas por el planeta Saturno, condenan a la homosexualidad por considerarla anormal y por romper con lo que se espera que es correcto: "la pareja hombre . mujer".

La entrada de la Nueva Era de Acuario, que acorde a mi parecer esta siendo iniciada con Urano en Aries, intenta dar una nueva mirada de lo que es ser libre, justamente en el signo de los comienzos representado por el carnerito ariano. El tránsito de Neptuno en Piscis, regente de este signo de los grandes finales, las disoluciones, está poniendo fin a la Era de Piscis, disolviendo las antiguas creencias. Y Plutón en Capricornio, dando muerte a las estructuras sociales, los "debe ser", las instituciones. Estos tres transpersonales, están trabajando para "el nuevo mundo". Un mundo donde los conceptos y las divisiones sociales sean igualitarias, haya libertad absoluta y desapego de los resultados. Esa es la máxima expresión que podemos esperar de la Nueva Era.

Nos toca hoy a nosotros, ser los nuevos alquimistas, que terminaremos de transformar el plomo en oro, derribando los conceptos rígidos de la Sociedad que cada vez más se permeabiliza y permitiéndonos ese lugar de ser simplemente lo que somos, que nos hace felices.
Poder ser gay y soportar ser discriminado, implica mucho valor, y eso solo puede salir a partir de un Sol brillante. La Era de Acuario, trae su polaridad opuesta y complementaria, Leo.
Leo es regido por el Sol, quizás en esta nueva Era, ser quienes somos, sea el beneficio más grande. Vivamos esta época donde nos toca ser Urano en Aries, los liberadores de las masculinidad, recordando que el Sol se exalta en Aries y nuestra identidad tambien se libera!






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